lunes, 20 de diciembre de 2010
Feliz Navidad
Para tod@s mis amig@s en la poesía, os deseo que paséis unas Felices Fiestas en compañía de vuestros seres queridos.
Feliz Navidad y próspero Año Nuevo 2011
Mis mejores deseos de Amor, Paz y Salud ( y si toca la lotería mejor que mejor)
Besos y cariños.
Isabel
jueves, 9 de diciembre de 2010
Fárrago con mi inspiración
No dudes, arrecife profundo,
hermoso remolino,
hermoso remolino,
vuelve a ser mi rayo
y derrama en mi origen
flores silvestres.
Te necesito, nube de quimera,
halo que se acurruca en mi regazo,
en mi hombro,
en mi sangre,
en mis yemas poco juiciosas que quieren acariciarte.
No dejes que este aleteo de plumas hiera, te digo,
y tú pareces tan indiferente,
entonces yo me crezco, sólo un poquito,
(jamás me asusto si me seduce la brisa) te susurro al oído
y tú ahí, callado como un trino perturbado,
rondando en mi mente sin dejar salir una palabra.
De repente una metáfora asoma difuminada,
no la espero, es inexacta, diría que inadecuada:
“Yo estaba allí, esperándote en la vida,
habitando en primavera tu pomarada,
yo estaba allí, en el invierno del andén que ama,
éramos uno en verano, palabra y cuerpo, soplo al alba,
yo te daba poesía de otoño, si tú me dabas el alma,
cuando algo ocurrió –miedo y desgana-
escarcha de amor, melancolía blanca.
Y entonces fui lo que quisiste que fuera:
una estación sin parada".
Te necesito, nube de quimera,
halo que se acurruca en mi regazo,
en mi hombro,
en mi sangre,
en mis yemas poco juiciosas que quieren acariciarte.
No dejes que este aleteo de plumas hiera, te digo,
y tú pareces tan indiferente,
entonces yo me crezco, sólo un poquito,
(jamás me asusto si me seduce la brisa) te susurro al oído
y tú ahí, callado como un trino perturbado,
rondando en mi mente sin dejar salir una palabra.
De repente una metáfora asoma difuminada,
no la espero, es inexacta, diría que inadecuada:
“Yo estaba allí, esperándote en la vida,
habitando en primavera tu pomarada,
yo estaba allí, en el invierno del andén que ama,
éramos uno en verano, palabra y cuerpo, soplo al alba,
yo te daba poesía de otoño, si tú me dabas el alma,
cuando algo ocurrió –miedo y desgana-
escarcha de amor, melancolía blanca.
Y entonces fui lo que quisiste que fuera:
una estación sin parada".
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