miércoles, 24 de febrero de 2010
Le petit mort
La indiscreción de una vela resalta lo sinuoso de tu contorno,
sin tregua en los labios que se buscan y se anudan,
nos envuelve la noche de piel desnuda,
las manos tientan a su antojo y nos arquea osados.
Las caricias resbalan por los cendales de los templos,
y altivos mis médanos parecieran creer en Dios
erguidos al cielo de tu lengua.
Todo huele a ti y a tu rocío desbocado,
tu disidente deseo transita mis lindes
y colma el umbral coralino de la existencia.
Cierro los ojos, muero.
*
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Si todos viviéramos lo que la rosa con su intensidad, el intenso perfume de los cuerpos sería mucho más.
ResponderEliminarMe encantó tu poema.
Gracias por compartir.
Cálido abrazo.
"altivos mis médanos parecieran creer en Dios
ResponderEliminarerguidos al cielo de tu lengua"
Hermosa y original metáfora, uniendo lo sensual y lo espiritual, como los místicos. El cierre es adecuado, y esta expresión también es bella: "el umbral coralino de la existencia".
En el primer verso hay una errata: está repetida la palabra "una".
Un abrazo, Isabel.
Me ha gustado mucho, siempre con vuestro toque de elegante sensualidad que os mantiene a vosotros vuestros lectores al filo de una lírica delicada llena de pasión.
ResponderEliminarMe ha gustado la rosa roja, con esa aroma que persuade en la imaginación de sublime encuentro erótico.
Con mucho afecto
Vuestra Yoko
A mì tambièn me ha gustado esa fusiòn de espiritualidad y pasiòn en tus versos, se respira un furor celestial muy exquisito.
ResponderEliminarLindo poema.
Un fuerte abrazo Isabel.
qué muerte más sublime...
ResponderEliminarun saludo
Taciturna muerte del silencio..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos..
Exquisites de letras amiga... un credo íntimo en la más bella de sus expresiones.
ResponderEliminarCon cariño, esencia.
Epílogo mortal , casi un epitafio, en donde la disidencia se convierte en el puñal que atraviesa el corazón de quien ama, después de ello simplemente la nada. Es "nada" lo que siento.
ResponderEliminarBellos versos como siempre desatan sentivas tempestades
Muy hermosas metáforas Isabel. Una filigrana hermosamente tejida para desembocar en ese último y contundete verso. Me han encantado estos poemas y me han inducido las ganas de irme a escribir un poema erótico ya mismo. je, je...un abrazo!
ResponderEliminar'La indiscreción de una vela resalta lo sinuoso de tu contorno '
ResponderEliminarEste génesis del poema sugerente y descriptivo, es simplemente, avasallador.
Las metáforas adornan con delicadeza el poema.
También quiero resaltar estos versos:
'y altivos mis médanos parecieran creer en Dios
erguidos al cielo de tu lengua.'
Dan ganas de volverse creyente, o al menos de decir: 'Yo creo en tu poesía, Isabel'
La mezcla de sensualidad y misticismo es fantástica.
Un gran abrazo.