miércoles, 14 de julio de 2010
Te amaré entre las flores
Cuando entre las hojas tenue brisa
llegue, como acariciando los olores,
te besaré,
y de tus pupilas en mis ojos
el reflejo de las camelias.
Te amaré entre las flores.
Con la felicidad del agua como testigo
y el duelo de la espiga atardeciendo.
Un coro de cigarras solfearán sobre los chopos
mientras entrelazamos nuestras manos de velero.
Será al atardecer, seguramente
(por eso del romanticismo, ya me conoces)
y veremos juntos las libélulas
que beben del arroyo plateado y rojo.
Yo te diré ¿me quieres?
y tú, como siempre, te harás el loco,
frunciré mi ceño, como enojada,
y rodeando mi cintura con tus brazos,
me dirás: cada día te quiero más
y a cada rato, otro poco, otro poco.
*
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linda declaracion de amor esperando escuchar aquella respuesta de amor... y que solo esta en un roce de piel o una simple palabra..... siempre es bueno renovar el amor
ResponderEliminarlindo
linda semana
Un relato muy tierno y bellamente poético. Con esa insinuación de permanencia en el tiempo que le imparte cuerpo y densidad. Me gustó mucho leerte hoy, con un estilo diferente, pero como siempre de altura e inspirador. Un abrazo Isabel.
ResponderEliminarDisfruto mucho tus poemas de amor, Isabel, por su infinita ternura. Estos dos versos son muy líricos:
ResponderEliminar'con la felicidad del agua como testigo
y el duelo de la espiga atardeciendo.'
Me gusta además la frescura y la espontaneidad del pasaje que relatas hacia el cierre.
Un gran abrazo.
Tiene este poema un estilo diferente, como apunta Clara, aunque no dejas de ser tú. Me gusta ese amor que se perpetúa en el tiempo. Los diálogos siempre te quedan naturales. No rompen el ritmo. El título es muy sencillo, sin por ello perder un ápice de lirismo. Además de los versos que te ha señalado Marisol, me han llegado esas "manos de velero".
ResponderEliminarLo único que veo mejorable es que repites la preposición "entre" en los dos primeros versos, y eso no suena del todo bien.
Un abrazo, Isabel.
Y tanos pocos hacen un mucho, y el mucho es la eternidad.
ResponderEliminarPrecioso poema cargado de ternura y amor.
Besos
Narci
Ni siquiera me había dado cuenta Óscar, gracias siempre...
ResponderEliminarGracias a tod@s por vuestra cálida huella, un beso...
Quizá se podría poner "Cuando a las hojas tenue..." y podría notarse menos que el "entre" que parece un poco más forzado, pero esto queda, por supuesto, a la voluntad de la autora que tan buenos poemas escribe (y que no necesita ningún crítico aficionado que le oriente en su poético caminar).
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana.
yo no te diré nada sobre el poema,es preciso y tierno, sencillamente, lo he disfrutado.
ResponderEliminarUn saludo.
Rubén ya he quitado el primer verso que era el que le da título al poema, al leerlos seguidos redundaba en la redundancia. Ahora ya creo que está algo mejor, ya no lo toco más, gracias también por tu atención y paso por mi blog.
ResponderEliminarY a ti, anónimo gracias por disfrutarlo y por estar.
Gracias
¿Crítico aficionado? Me río.
ResponderEliminarDisculpa esta risotada, Isabel. No quiero ensuciar tu blog con vanas polémicas.
Óscar, no sé el motivo de que te hayas sentido aludido por el comentario de Vázquez, estoy segura de que se refería a él mismo.
ResponderEliminarSabes cuánto respeto tengo hacia tus entradas en mi blog además de considerarte desde la poesía y la amistad con gran admiración ;pero te digo que lo has malinterpretado.
Hoy pretendo disfrutar
ResponderEliminardel amor entre las flores,
en las alas del verbo amar
olvidaré sinsabores
de lo que ha quedado atrás
del camino y los amores...
todo es cuestión de empezar
y olvidar viejos temores.
Y sólo se me ocurre abrazarte...
tu amigo
ME HA GUSTADO TU POEMA
ResponderEliminarEs de una belleza simple, de las cosas cotidianas entre una pareja, tan bien expresado Lleno de romaticismo
Un beso.
Olá, boa tarde! Gostei muito, tudo que é simples e bem elaborado fica bonito.
ResponderEliminarAbraços
Arturo