Desnudo

A contraluz
descifro
tu piel al desnudo,
apreso el edén de tu arcano
que anuncia cósmicas estampidas.

Nada más bello
que el desembarco de tu flota
después de las violetas.

Únicamente
dormir en un paseo de besos
por tu espalda.

*

Tiembla Noviembre en su silbido

Cae la lluvia repentina y lenta en esta tarde de Noviembre,
se desliza como una música tenue y desmayada.
Al abrir la ventana siento el goteo sereno
que me envuelve en aromas de tierra mojada.

Me acompaña el Calanchoe de flores blancas,
como tu sonrisa, que se empeña en sobrevivir
brotando esquejes de sueños perseverantes;
recibo en mi frente el frescor del aire
y pienso en tus labios que me susurran al oído
ternuras o diabluras sin recato.

Si miro al Cielo, siento que tus manos son de nube
que hacen mohines en mi espalda,
y con una enredas estrellas en mi pelo
mientras la otra ciñe fuerte mis miedos de madrugada;
y me atrapas, me atrapa tu mirada sostenida,
con esa mansedumbre de seducción indolora
que acostumbran tus pestañas.

Mi pulso se acelera despertando una sonrisa amable
que flota enamorada entre la lluvia y va arreciando
al igual que los latidos de mi corazón.

En todo lo que me rodea estás ( brote tierno, persistes)
incluso en la niebla que a lo lejos intenta ocultar los paisajes
invadiéndolos de un blanquecino imprevisible,
como lo es también tu amor cuando se derrama lluvia pulcra,
y me vence, me cala, porque estás,
estás siempre con tu silbo, amor, siempre.

Cae la lluvia repentina y lenta en esta tarde de Noviembre.

*

Hoy has tenido suerte ( no al maltrato)

Imagen tomada del blog del poeta, pintor y escultor Adolfo Payés
(http://apayess.blogspot.com/)

Qué ancha la noche en su agonía.
Ahogando el llanto entre manteles
y profiteroles .

Hoy te regala unas rosas,
mañana el puño que abre cráneos.

Va a cambiar- te dices-
metiendo bajo la cama los huesos rotos,
moratones de vida,
y a los hijos tapándoles los ojos.

Es un hombre bueno- dicen todos-
Y tiemblas al ronronear la cerradura.

Hoy has tenido suerte, está de buenas,
sólo se ha metido con tu forma de vestir
y te ha humillado el alma.

Hoy has tenido suerte
tal vez mañana ya no puedas oler las rosas.

*

Sabes a poesía

¿Qué le pasa al corazón
que no puede huir de la piel
cuando vienes a mullir mis sueños
con tu sonrisa de flores?

Quiero tus manos polifónicas
despertando con remolinos de luz
todos los valles donde pudiera alojarse la huella de tu sol.

Porque tus brazos son el refugio donde habito
y tus muslos de alta mar la barca donde navego.

No puedo, no, huir de la piel (ni quiero)

Como bandada de pájaros
cerco tus ojos de cielo abierto,
porque sabes a poesía
y cuando bebo el agua de tus besos
despunto rosa de los vientos al norte de tus tobillos
y escribo con mis labios mis mejores versos.

*

Teje bufandas de arcoíris

(A mi hija, en su 20 cumpleaños)

La luz de sus ojos amanece sin aristas,
todo resplandece cuando ella mira,
tiene los latidos de un columpio que vuela
y un tobogán desdoblado es su sonrisa.

Hoy son veinte sus noviembres
y mañana una nave de ilusiones
vendrá a buscarla para saciar su sed perenne,
y escribirá palabras de otros mundos
porque su boca endulza los mares
y sus acróbatas brazos abarcan todas las distancias.

En sus mejillas asoman alforjas de sueños
y con sus piernas de garza vuela atardeceres.

Ella es el persuasivo gesto,
la calle ingenua que no se acaba,
un poema con pijama de ositos,
la amable nube de nata,
la chica que le gustaría que lloviera siempre chocolate,
toda ella es, un relámpago rendido a una órbita azul
y teje bufandas de arcoíris con hilos dorados de ternura.

*

Felicidades mi vida, te quiero mucho.

Huele a primavera ( He bailado en el aire)

Me ha traído el aire cierto olor a primavera,
el verbo se ha endeudado de caricias invasoras
que se han desprendido desnudas y lentas,
como lento es el baile de un bolero
cuando el azul se mece en la cintura emulando trinos.

He bailado en el aire, sí, oliendo a primavera,
y me he quedado como gota de agua suspendida
queriendo detener el tiempo en los parajes
o en el malecón de su boca de (a-mar)
mientras mi boca rozaba su vientre de olas

viré rumbo a su barca fiel, también de mar,
para beber otoños en la savia que llueve de su tronco.

Porque en sus dedos crecen dogmas de madreselvas en alborozo,
y hay un baño de sol en su mirada sempiterna
que caldea cualquier sombra oscurecida,
rocío que tiembla es su cuello de orilla quieta
cuando mis manos amainan su clamor silvestre
todo es hoguera- viva llama, mi piel en flor-
y cuando beso sus labios, ¡oh cuando besos sus labios!
me hago espuma marina y estallo azucenas,
eso me ocurre cuando beso sus labios
que todo me sabe a hierba buena.

Hoy el aire me ha traído cierto olor a primavera.

*

Como un Diente de León

Has entrado en mi alma
esparciendo tu límpida ternura,
como un Diente de León entre mis dedos
que temen rozarte y te desvanezcas.

Encendiste mi noche
con el aliento de tu brisa,
y con tus mullidas alas
soñé que eras el Soplo de un Ángel.

Mientras yo encoraba una laxa tristeza,
desabotonaste una a una mis hojas alucinógenas
y dormí en silencio,
presa para siempre de la alquimia de tu vuelo.

(Que nadie me despierte)

*

Tempestades de amar

Te debo este sueño - Rosana Arbelo

Tempestades de (a-mar)

Abre mi piel con tu natural cauce
conquista sin pudor el reino de miel,
haz que imploren mis ojos esta noche
la flamígera llama de tu boca de rosal,
aplaca mi vientre en su vértigo ignoto
que las herejes lenguas liben tempestades de (a)mar.

*

Arde Noviembre

En el desorden de las sábanas
un hontanar de tacto Sagrado
rompe mi mar con su Grial en alharacas.


Arde Noviembre en la hoguera de tus muslos

que inundan a cuerpo vivo mi bahía salvaje
para prolongar la noche en el desnudo de tu espalda.


Arde Noviembre en sus ocres,
como tus ojos:
-alféizar en tolvanera tus pestañas-
cuando se entreabren extasiadas
mis labios besan tu alborada
por si hiciera falta arder otro Noviembre
y que el azul del agua de mis besos te apagara.

*

Colisión de astros

Allí
donde los ojos aúllan cósmicos,
donde es inalcanzable la geometría,
allí
retoña tenue el fulgor de las estrellas.

Allí
su desnudo canto de expansión
me vuelve beata,
allí
donde colisionan las fusiones lácticas y penetrantes..

Allí
donde no hay polvo errante en el trozo de cielo.

Allí
en su gravedad y energía
entiendo irreprochable el ascetismo de Hipatia.

*

A-mar sin fondo

Su ausencia pesaba demasiado,

estaba sentenciada al abismo,

por eso absorbió su nombre

entre burbujas de amor.

No sabía que al respirarle tanto

la arroyaría a un mar de sentimientos

donde no encontraría jamás el fondo.

(Nunca supo nadar contracorriente)

*

Vuelo en tu valle orgasmos de rosas

Eres un campo imprevisible donde mi arrebol
se ciñe en un abrazo de enredadera
cuando siento tu ráfaga de viento crecerse en la noche
y me transformo en flor para hacerte el amor.

Sé que no sales indemne
cuando dibujo una sonrisa de nube
que no puede dejar de gotear amor sobre tu pecho.

Mi frescor de vida es tu manantial idílico
que me devuelve remanso si bebo de tus labios,
por nuestras pieles asoman lánguidas gotas de amor
que hacen buscarse a nuestras lenguas en llamaradas
y se precipiten por indómitos contornos.

Hendidos los alientos por cada resquicio de piel
se turban del polen que brota del deseo.

Anido en el espesor de tu de pelo, invierno cano,
caricia que despierta una ofrenda azul
- como un sorbo de nuca-
y beso dulcemente la punta de tus dedos
enrojezco, amarilleo o me vuelvo albina,
pero siempre pétalo que despunta primavera
al ver la adorable luz de tus ojos.

Vuelo en tu valle orgasmos de rosas,
y tú sigues eterno y bello perfumando mi corola,
tiernamente, con tu prado desbocado de flores.

*

Desabrochas mi sonrisa

Tintoretto- Leda y el cisne

Desabrochas mi sonrisa
con tu pluma de cisne.

Me derriba su amor
cuando sopla mi pelo
con un ventarrón
perfumado de alhelíes.

Me llena su amor,
su mirada lesa
ardiendo a fuego lento.

Me desnudo ante él
con su voz de cielo y de marea,
porque rasga mis velos

y alumbro como Leda
en sus labios, en silencio.

*

Mi melancópolis

Mi corazón
se duerme peinando
el desorden de tus cabellos.

Existe un mar
de atardeceres transparentes,
como tu mirada
que también trasluce
como estela en el universo,
y existen olas que mecen besos
que agitan los muslos;
así como existes en mis días
manas oasis de dulzura en mis paisajes.

Existe una ciudad
la de tus labios- fruta jugosa-
(mi melancópolis)
donde soy esqueje al que avivas
porque bebo en tu alborada,
y soy en tu voz un fuego acompasado
pavesa que vuela acariciando tu alma.

*