martes, 19 de febrero de 2013

Vengo de pronunciar tu nombre junto al fuego

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Apañé les pallabres pela nueche,  
inda la piel duelme.
Güei xuxurié amor, posóseme la lluz
y enlleneme



A ti, claro, a quién si no.

Vengo de pronunciar tu nombre junto al fuego,
trae la tarde un temblor pequeño:
-Tu pelo alborotado, secretos del sarmiento-
Anida remilgos este frío invierno,
y es que hay tardes de a sorbos y cortinas echadas,
tardes de té y barbecho que imploran ríos de agua.
Vengo de pronunciar tu nombre junto al fuego,
(un azogue tozudo caldea desvalido,
sien y daga y brizna al bies)
Miro el hogar, ciega quimera,
y me pregunto, mientras nieva:
¿Quién le ha puesto alas a esta insolencia
de trino celado con cálamo de malvasías?
Las pavesas contestan, ruidosas se amotinan,
las sombras gesticulan al compás del incienso
y siento que disiento con el tiempo
pedrusco desnudo bogando miedos.
Despunta de nuevo la anochecida,
y yo, crepito, tris tris tristán no estás.
Pronunciando tu nombre junto al fuego
abro tu mejor botella de vino
y me la bebo.

*