viernes, 28 de mayo de 2010

Pude escuchar de tu voz el sueño del mar




Pude escuchar de tu voz el sueño del mar
-en mis ojos amaneció la flor del beso-
y en tu abrazo una danza de azucenas
hilaban crecientes de lunas por mi espalda.

Todo era amor, como en la ternura de una rosa
que recién despunta de su capullo
y se abre al cauce de la fontana del sol,
o busca la gota temblorosa del rocío.

Pude escuchar, sí, de tu voz la brisa libre,
así como juro, que escuché de tus ojos
la humildad de los manantiales,
y de tus generosas manos
la dulzura resbalando entre los dedos,
y ese sueño de amar alzándose en mi pecho.

Pude escuchar de tu voz el sueño del mar
sí, y no fue un sueño.


*

viernes, 21 de mayo de 2010

Atardece





De tu cuerpo beso todos los adverbios:
aquí, allá, temprano, siempre…



Lentamente atardece
mientras baño la mirada en tu horizonte,
finísimo límite de un mar ruborizado,
destellos besando al cielo en su calma.

Dulcísimamente tu orilla
se vuelve lumbre de almíbar,
bebo el agua de la alcoba de tus manos
y se alarga la luz de las estrellas.

Hondamente tu pecho se vuelve aurora
esquife donde alojo todos mis besos.

Atardece-s.


*

miércoles, 19 de mayo de 2010

De mis labios una rosa para tu nombre





(Balada para tu nombre)

En tu mirada nada es breve,
ni la luz,
ni el instante del beso,
ni tus pestañas de ola inmensa,
hay una balada en tus ojos cuando miras,
y eres fuego que arde en mi boca
-flor solitaria en el raigón de tus muslos-

Cuando te escribo,
quiero inventar odas en tu costado,
todas de amor, ya me conoces.

Mírame, ahora estoy canturreando:
de mis labios una rosa para tu nombre.


*

domingo, 16 de mayo de 2010

Pérgola en mi vientre tu pupila





La raíz del temblor llena tu boca, tiembla,
se vierte en ti y canta germinal en tu garganta.
José Ángel Valente



Hoy el cielo se ha vuelto verde
-pérgola en mi vientre tu pupila-
vendimia de amor, que de pasión me naces,
sueño de ave alojando racimos en tu cuello.

Como tallo incendiario, permaneces,
espiga sin púa tus dedos en mi nuca,
o mezcla exacta de sol y sombra,
sólo con la promesa de ser raíz para tu tierra
y de tus labios todos los besos.


*

miércoles, 12 de mayo de 2010

Una vez más




¡Oh, si pudiera desnudar al mar, lo haría mío!
Y todos dirían ¡qué locura!
yo les sonreiría y mi boca salpicaría olas.



Despierta Mayo azotando las arboladuras
donde tu voz amante abre mis sentidos.

“ Deja que el barro resbale entre tus dedos”
nadie debería morir de frío, ni de amor,
acércate, necesito sentir en mis hombros
de nuevo el atardecer,
no importa que no sea el más hermoso.


Tú, una vez más, tú,
capaz de colmar mis gándaras y florecerme de manzanos.

Siente cómo se estremecen los aromas
cuando la noche llega serena y clara;
sin embargo, tiemblo,
como lo hace el mar al verse inundado de estrellas.

Tú: toda luz aquietada en tu piel de amar.

jueves, 6 de mayo de 2010

Atrapo al viento el arrullo de tus mareas





Atrapo al viento el arrullo de tus mareas,
danzan las nubes en su atardecer escarlata,
sigiloso el sol se apresura entre los riscos
y me desvela la sed de tu freática boca.

Exploro cautelosa la agitación de tu mirada,
la calima de tu aliento de terma,
recorre mi lengua las turbulencias de tus lunares
-algún granizo se deshiela entre las manos-
acechas ávido,
sabes que se aproximan precipitaciones por el nordeste.


*

martes, 4 de mayo de 2010

Al filo de la tarde quiero ser golondrina





Engarzo versos a su mágica humana.
Las estrellas guardan silencio y furtivas
se apresuran a bañarse en el lago de sus ojos.

Lleva en su costado un adagio que acaricia:
El canto de las golondrinas le alarga los oídos
y le roban la mirada sus vuelos acrobáticos.

Yo sé cómo tiembla el cielo cuando alza su mirada al aire,
como sé de sus manos anchas de ternura,
del fulgor del arroyo cuando las sumerge,
hasta el agua se sonroja cuando roza sus labios.

Vuelo, vuelo más allá del vuelo
(al filo de la tarde quiero ser golondrina)
susurrarle trinos en su boca de cereza
y reposar en el nido de su cálido regazo.


*