martes, 27 de octubre de 2009

Cuando te deslizas Viento




Cuando te deslizas Viento con tu soplo de rocío
mis tobillos se despliegan jadeantes
para abarcar tu cintura de Tierra fértil
y sentir el crepitar de las cigarras.

Cuando me susurras Viento con tu canto
mi capullo lascivo de Azucena
se preña del fuego de tu nombre
y en tu cuerpo mis labios como henna
tatúan un arcoíris de miel salífera.


Cuando te encrespas Viento en mi trémula nuca
-qué gesto tan sencillo para mi condena-
giro y giro como pez dorado
para nadar en tu antojo de Luna Llena.


*

7 comentarios:

  1. Una mixtura que extasia los sentidos, fuerzas de la naturaleza y cuerpos sensibles cautivos de entrega y amor. Me encatna tu sensual manera de escribir.

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  2. Curioso el uso que haces de las mayúsculas en este poema. Me gusta la delicadeza de ese "soplo de rocío" y de esa "trémula nuca". También llama la atención el oxímoron "miel salífera".

    Un abrazo, Isabel.

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  3. Me encanta ese juego sensual y poético con el viento,Isabel..!
    Esa identificación y disfrute de la naturaleza,eleva tus poemas a la máxima belleza..

    ..Porque de ahí surge la belleza.. de la sencillez y sabiduría de los elementos naturales..

    ¿..y quién sabe si el viento, no nos traerá a veces el mensaje y la caricia de la persona amada..?

    Mi felicitación y mi abrazo siempre.
    M.Jesús

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  4. Llego desde otro blog y me alegro de haberlo hecho. Así he podido descubrir tu buenhacer poético, Isabel.
    Sin duda, ha sido un verdadero placer visitarte y leerte.
    Saludos.

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  5. Cuando el viento juega a ser travieso
    y se conjuga con la sutileza de tus versos...
    no hay ni un sólo poro de la piel
    que se muestre indiferente a su brisa.
    Bello y sensual, como siempre, amiga mía.
    Un beso al viento...

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  6. Me encantaron el 'soplo de rocío' y el 'crepitar de las cigarras'. Todo el poema es delicadamente erótico.
    La V la T y la L, me parecen sugerentes.
    Un beso enorme.

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  7. quién fuera ese envidiable viento!, quién pudiera como aquel viento, susurrarte cantos que estuvieran a tu altura de exquista poetisa,en todo caso, cada vez que florezcan rosas, luego de anonadarme en sus laberintos y aromas, mentalmente las enviaré con céfiros juguetones para que a modo de permanente agradecimiento te lleguen cuando menos lo esperes, es el deseo de este navío al pairo que tus versos rescatan...

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