jueves, 23 de septiembre de 2010

A mi padre





En mi recuerdo de ti, siempre fuiste viejo, hasta en las fotos de la mili me lo parecías, perdona por eso, y por tantas otras cosas, que, seguramente se me escaparon de ti. Tu vida no pasó despacio, el campo, la mina, se llevaron tus mejores años.

Recuerdo con el mimo que regabas la higuera, y pensaba que la querías más que a mí; a mamá llamándonos para recogernos, pues nos daban las tantas jugando en la calle sin importar que fuera de noche, alguna vez encontramos la puerta cerrada, y siempre ella esperaba a que estuvieras dormido para abrirnos, tú hacías que no te enterabas.

Te veo bajar del monte, con una carga de varas para los fréjoles, hueles a avellano y eucalipto,va a llover, dices, hoy no riego. Te miro, sentada en la escalera que baja al patio, como te miro hoy y te sigo viendo, feliz, en tu día a día -mamá atizando la cocina-

Éramos una casa pequeña, con un huerto pequeño y un respeto tan grande. Yo entonces también debía ser un pájaro pequeño, que te admiraba y quería, y no me acuerdo, perdona sobre todo por eso, cuando fue la última vez que te lo dije.

Desde entonces los otoños
huelen más a tierra mojada,
el humo de la chimenea
tan triste,
y la higuera sigue allí.

13 comentarios:

  1. Ahora no sólo escribes poesía, sino también memorias. Me parece muy íntimo el tono y el contenido de lo que aquí cuentas. Parece que el otoño nos vuelve nostálgicos. Me gusta lo que dices del respeto. Siempre nos quedan palabras por decir.

    Un abrazo, Isabel.

    ResponderEliminar
  2. Isabel,se me ha echo muy cortito...Tengo la impresión de que,aún te has quedado con ganas de escribir,pero por prudencia,respeto y emoción no ha seguido...¿no es verdad...?

    Espero que, pronto,cuando tú quieras,nos sigas contando parte de tu historia entrañable,sencilla y realmente auténtica,como tú eres Isabel...!

    Te dejo mi felicitación y mi gratitud por compartir...y por supuesto mi abrazo grande.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
  3. Tus sentires dejan la nota triste, nostálgica, será que el otoño, se apodera de vuestras almas?

    Intensas palabras, que desbordan emociones.
    un abrazo

    Blue

    ResponderEliminar
  4. Óscar, es que al pasar de los años una ve con ojos tan distintos lo que en su momento vio, vivió,y tienes razón, siempre quedan cosas, pero no debería ser así. Un abrazo agradecido.

    M.Jesús, querida amiga, tengo la impresión de que me conoces incluso mejor que yo misma, claro que me han quedado cosas por decir, cientos y más, éramos una familia grande y feliz, imagínate pues si quedan cosas por decir, lo que pasa que no todo sale, baste que salga el amor, a veces una tiene esa necesidad de volverse atrás o simplemente los años te hacen tomar conciencia cuando la memoria rige y el amor también. Gracias siempre.

    Estimada Blue, si el otoño es melancolía, vivo siempre en esa estación.

    mi abrazo y gracias

    ResponderEliminar
  5. Hola Isabel, conmovedora historia la que haces de tu papá. Recuerdos llenos de nostalgia y tiernas palabras, que hacen el otoño se vuelva primavera.

    Educación, Amor, respeto. ¡Dónde están! Como cambian los tiempos

    Abrazo sincero
    M. Ángel

    ResponderEliminar
  6. Es difícil hacer memoria cuando te das cuenta de las cosas que quedaron sin decir, pero te he imaginado en tus palabras, y a pesar del tono de melancolía de tus palabras, hay matices de felicidad, anécdotas que me han robado alguna sonrisa, y supongo que tú también las habrás recordado con cariño y una sonrisa en los labios.
    Tienes un corazón enorme, Isabel, eso se nota a distancia.
    Un gran abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Preciosa y muy emotiva la dedicatoria a tu padre, lleno de nostalgia,
    tienes un bonito corazon amiga Isabel.
    siempre es un placer pasar a leerte.
    que tengas un feliz fin de semana.
    un beso.

    ResponderEliminar
  8. Bonita historia de amor, de respeto, de reconocimiento y sobre todo, de reconciliación, aunque sea contigo misma. Un beso.

    ResponderEliminar
  9. Qué bello lo has escrito Isabel, se percibe el amor en cada palabra. Me encantó la frase "Éramos una casa pequeña, con un huerto pequeño y un respeto tan grande." No me cuesta imaginar lo que has vivido en esa casa y lo que quieres a tu padre, queda claramente reflejado en tu escrito.

    Me hizo sonreír lo de "va a llover, hoy no riego" lo mismo dice mi papá y qué sabios sé ven cuando en verdad llueve =)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Lindo texto inpregnado de nostalgia y aroma familiar.A pesar de todo el respeto por los padres sigue siendo importante(uno no escoge a la familia...es lo que toco).

    Un gusto pasar por aca.

    ResponderEliminar
  11. Gracias M. Ángel, por mucho que los tiempos cambien el respeto, creo, que es la base de todo. Un abrazo.

    Marisol, creo que mi corazón se agranda en el recuerdo de mis padres, tengo un corazón que late, simplemente, late, que no es poco, y sí hay felicidad en todos mis recuerdos paternos filiales y mucha melancolía. Un besín para ti. Y gracias siempre.

    Gracias Ricardo, siempre tan atento en tus entradas, un abrazo.

    Gracias Ignacio, no es nada que necesitara decir, el paso de los años, ser madre, te hace ver las cosas de forma diferente. Un abrazo.

    Gracias Liz, qué razón llevas, mis padres eran humildes, y ya sabes de poca escuela, pero qué sabios eran o al menos a mí me parecía que lo sabían todo.. Un beso linda.

    Por supuesto amar, he de decir, que mil veces que naciera lo haría muy orgullosa de mis padres. Un abrazo y gracias por pasar.

    ResponderEliminar
  12. Los recuerdos siempre permanecen en nuestra memoria, ellos jamás nos abandonarán.

    Un beso.

    ResponderEliminar