miércoles, 10 de octubre de 2012

Ensalada templada de versuras






















Ensalada templada de versuras
o tribulaciones de un ama de casa.


Como un susurro intenso, me pregunto:
¿qué comemos mañana? es mi último pensamiento,
y es que entre rimas salgo al huerto
recojo un puñado de guisantes
y pienso en los acentos de un soneto.
Al punto ya paró la lavadora
y está haciendo un sol estupendo,
¡vaya! esta mancha en la camisa se resiste
vuelta al ruedo, a frotar con más esmero.

Ship ship.. ya la olla está avisando,
no se vayan a quemar las lentejas,
¿qué rima con panaché de verduras?
anoto en el rollo absorbente
el aderezo de un verso en tempura,
“vuelan alto los frágiles vilanos”
van jugando cogidos de la mano”

Uy, se me ha olvidado echarle al pollo cardamomo,
¡qué dolor! las lentejas se han pegado,
“necesitaban agua con premura”
y a esti pitu aún le falta media hora,
nada pasa, airosa no me estreso,
ya en la mesa les digo con dulzura,
hoy a dieta
ensalada templada de versuras.

*
Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.
Porque hay días para todo y mucho más...

3 comentarios:

  1. Pues vuelvo a repetir esta rica ensalada templada de versuras y te reitero las felicitaciones que te dejé en Alaire, Isabel.Siempre un placer. Con un abrazo.
    Salud.

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  2. Gracias, amigo Julio, aquí y allá, siempre generoso y amable, un fuerte abrazo.

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