Adoro esa forma tuya de no
decirme que me quieres.
Vivir, con el vértigo de
caer y levantarse,
resistiendo,
como la dormida luz de la
niebla
que suspira al cielo entre
los árboles.
Peina el viento de temblores
la hierba,
las hojas se desvisten y adornan de ocres los
caminos.
Al sonrojo de los sándalos esperaré, todavía,
ese dulzor de noche que desnuda a los amantes,
-hay razones que crujen-
el cierzo, y ese frescor
que madruga
la voz, la piel, y tú
llegando
todo de cazumbre enamorado.
¿Con qué paciencia me quieres?
Sé de espacios y sueños
cuando la noche regresa a
sus miedos,
(narra desde una nube
albina), roto
el mohín de enredadera se alarga
y retuerce los latidos si
acaricio su rebelde luz.
Tú y yo nos existimos,
(nuestras razones tendremos).
Mírame, llevo en las manos un arrullo de nido.
¡Qué hermosa se yergue esta
tarde de incendio!
Volaremos
con los brazos muy abiertos, decías
con ese temple ilusorio,
y yo, torpe, quise ser verderón silvestre,
y volé, a sabiendas de no
tener alas,
Es que en el amor no existe un mar en calma, las olas van y vienen, a veces nos acarician, otras, nos enloquecen, otras, nos dan placidez, pero siempre escuchamos sus latidos aunque enmudezca la palabra.
ResponderEliminarAbrazos y feliz inicio de semana, Isabel
Fina
Lo mismo para ti, querida Fina, gracias por pasar. Besos.
Eliminar¡Hay tantas formas de decir cada día lo que se quiere y cuánto se ama! No digo que las palabras están de más;sólo que a mí las palabras no me dicen más que los gestos y la compañía cotidiana, las miradas, alguna sonrisa y los silencios contemplando un mar o un desierto o un mueble en un rincón. Me alegra poder volver a leerte en tu casa, Isabel. Un abrazo.
ResponderEliminarSalud.
Gracias, Julio, y qué razón llevas, hay tantas formas de decir, la palabra es sólo una más de ellas... un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMohines de enredadera, latidos que se retuercen... Con qué facilidad dibujas las imágenes.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Para ti también abrazos, Amando... y gracias muchas...
ResponderEliminarHola Isabel, los poemas de amor expresan tantas cosas en tan poco espacio! me gusta la forma en que lo expresas, haciendo referencia a los elementos de la naturaleza como fondo de una historia de amor.
ResponderEliminarun saludo
Rosa
Muy amable, Rosa, gracias por pasar y quedarte, un abrazo.
ResponderEliminarEl poema, lo conocía ya, me ha parecido excelente, como los buenos de verdad se me ha hecho más grande en esta nueva lectura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Enrique por tu amable lectura y paso por este blog que tengo descuidado... Un abrazo grande
Eliminarel agrado mas luminoso siempre nace de tus versos arrobados, transoceánica Poetisa cantábrica, celeste, inefable, cósmica, llena de quererines
ResponderEliminar:) Gracias
Eliminarreleer y sentir como algo totalmente nuevo tus letras, es acierto de las elegidas Poetisas, que maravilla única tu forma de cantar metáforas exquisitas, novedosas, siempre precisas, justas, como meandro perfecto entre la palabra y el alma
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