jueves, 4 de junio de 2009

A mi alcor no vuelvas ¡alcornoque!




La Encina calcinada en cenizas
Ahora que recuerdo
la hora del día en que tu beso confeso
quiso amar la rama que de mi pecho nacía,
ahora que recuerdo
con qué melancolía miraban tus ojos que con tanto abrojo
deshojaban hojas de aquel calendario tachando los días,
ahora que recuerdo
con cuánta dulzura grabaste tu nombre;
¡ y el suyo ,capullo!

Que en mi tronco perdura hasta el fin infinito tu finita runa,
maldita hora pruna, la mella que dejaste que con flecha cruzaste
y más que me ajaste cuando te alejaste y allí me dejaste
sangrando de savia ¿sabías que duele? (Me elude sabio)
Ahora que recuerdo
mi pecho despechado en mi quebranto quebrado
por un corazón descorazonado y dos iniciales que iniciaron mi muerte,
me mataste bien muerta, me moriste en vida, me morí de quererte,
a mi alcor que no vuelvas, ¡alcornoque¡.


*

No hay comentarios:

Publicar un comentario